#14 Tailandia- Phuket - Koh tao


Bonito atardecer en Koh tao

 Esa mañana emprendimos viaje con un objetivo en el horizonte, Surat Thani. Esta ciudad seria nuestro puerto desde donde cruzar hacia koh tao. 

Poco mas de 230 kilómetros separaban a Phuket de Surat Thani por lo que decidimos probar suerte con nuestro fiel amigo 👍🏽. El primer punto era un poco desafiante ya que era una salida bastante céntrica de phuket y que los coches pasaban un poco rápido pero nada se entrepondría entre nosotres y nuestro destino. Paró un amigo del que no recordamos su nombre pero si recordamos que hablaba inglés como nativo ya que había vivido mas de 10 años en un pueblito británico del que había decidido marchar a causa del clima. El nos llevo unos pocos kilómetros pero intercambiamos historias interesantes.

Y esa sería mas o menos la tendencia del día, excepto en cuanto a las capacidades comunicativas, fuimos enhebrando un auto tras otro hasta llegar hasta nuestro destino, fueron 4 vehículos y un tiempo de espera siempre menor a 10 minutos entre ellos.



No todo es diversión en el dedo, también hay tiempo para rostizarse en la caja de una camioneta…


Llegamos cerca de las 5 de la tarde a Surat Thani, nos acercamos al puerto para comprar nuestro pasaje. Seria un barco nocturno en el cual podríamos dormir y llegar a la madrugada siguiente a la isla. 

Para quienes conocen las aventuras viajeras de Chipi del pasado sabrán que no es la primera vez que viajo y duermo en barcos, pero este no era en el rio amazonas ni se dormía en hamacas. En este cruzaríamos por el golfo de tailandia y solo una noche, al entrar al barco vimos la disposición de las camas y no pude evitar pensar “acá estamos tan juntxs que vamos a soñar todxs lo mismo” pero nada mas alejado de la realidad, hubo espacio de sobra y pudimos disfrutar del mundo onírico personal felizmente. 


Camas dentro del barco


Al llegar a la isla respiramos mientras caminábamos por la calle principal y recuerdo decir algo acerca de la paz que se sentía, y claro, eran 5:30 de la madrugada y acababan de poner las calles. Esa misma paz la pudimos encontrar solo bajo el agua en esta bella pero masificada isla. La isla tiene 7km de largo por 3 de ancho y es albergue temporal o permanente de posiblemente mas europeos que tailandeses. Después de pensar y reflexionar mucho nos decidimos a acceder al circuito turístico por un rato y hacer el curso de buceo con el afán de explorar nuevos planos hasta el momento desconocidos. Una vez tomada esta decisión surgieron mas incógnitas, ¿deberíamos hacer el curso con locales para al menos dejar en sus manos el dinero del curso? O ¿priorizaríamos la posibilidad de hacerlo en castellano para integrar mejor los aprendizajes? Terminamos habitando nuestras contradicciones y aceptando dejar el capital en las manos extranjeras pero haciendo el curso en nuestra lengua materna para entenderlo mejor. Y así fue que esa misma tarde empezamos nuestro curso en una escuela en la que el 90% de la gente era andaluza, de los países catalanes o argentinxs. 

Como educadoras y trabajadoras de la educación nos es imposible no analizar las maneras pedagógicas de cualquier enseñanza que vemos o recibimos, tanto formal como informal. Por esto agradecimos mucho que nuestro maestro sea Xavi, un buceador experimentado pero maestro de vocación que nos explicó y respondió todo con un temple, calma y sabiduría que solo un gran maestro tiene. 


Seña de todo bien junto con nuestro gran maestro Xavi


Tuvimos el privilegio de bajar hasta 18metros de profundidad en un mar a 29 grados con gran visibilidad y una variedad de colores y diversidad biológica que suponemos sea difícil de encontrar en aguas no tropicales. Vimos peces, rayas, morenas y corales de todos los tamaños y colores que nos atrajo lo suficiente para volver a probarlo en otros lugares del mundo para dimensionar que tan afortunadxs fuimos en nuestra primer experiencia.

No falto tiempo para acariciar perros y compartir las vistas al mar, incluso uno de ellos nos adopto como familia y nos acompañó por todos lados el último día cuando lo tuvimos que despedir con un gran dolor en el corazón 💔 pero viajar con un perro es una experiencia que aún no estamos preparadxs.


                       

                           Amigxs perrunos



También esta isla nos permitió reencontrarnos con nuestra amiga de Pulau Tioman, Lis. 

Nos despedimos de la isla pero no sin antes ver sus playas de aguas cristalinas y arena blanca, que Xavi nos comento que se debía 90% a caca de un pez, así que la próxima vez que veas o disfrutes de un lugar así acordate que la gente esta tirada prácticamente encima de mierda… y con esta información tan reconfortante cerramos nuestro paso por Koh Tao y les agradecemos por haber llegado hasta acá leyendo, nos leemos en el próximo escrito. 



Una de las playas paradisiacas que por supuesto nuestros teléfonos no ponen en valor.


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